Por Martina y Emilia
Un día pasaba por las
vías de un tren un señor y lo perseguía una hormiga bien chiquita. Un minuto después se dio
cuenta de que lo perseguía. Se cansó tanto de la hormiga que, como lo molestaba, se fue a tomar la
leche. La hormiga se puso triste entonces se volvió a su casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario